Maderas
- Limpieza regular: Utiliza un paño suave y limpio para quitar el polvo regularmente. Evita el uso de paños ásperos que puedan rayar la superficie.
- Evita la humedad: La madera puede dañarse con la humedad. Asegúrate de limpiar cualquier derrame de líquido de inmediato y utiliza posavasos para proteger la madera de bebidas.
- Mantén la madera seca: Evita colocar tus muebles de madera cerca de fuentes de humedad, como radiadores o ventanas con corrientes de aire.
- Protege de la luz solar directa: La luz solar directa puede decolorar la madera con el tiempo. Considera usar cortinas o persianas para proteger tus muebles de la luz solar directa.
Tapizados
- Aspirado regular: Aspira el tapizado regularmente para eliminar el polvo, la suciedad y los restos de comida que puedan acumularse en la tela. Utiliza un accesorio de cepillo suave para evitar dañar la tela.
- Limpieza de manchas: Trata las manchas de inmediato con un limpiador específico para tapicería o con una solución suave de agua y detergente. Siempre realiza una prueba en una pequeña área poco visible antes de aplicar cualquier limpiador para asegurarte de que no dañe la tela.
- Evita la luz solar directa: La luz solar directa puede decolorar y dañar la tela del tapizado con el tiempo. Coloca tus muebles tapizados lejos de las ventanas o utiliza cortinas o persianas para protegerlos del sol.
- Evita el exceso de humedad: Mantén tus muebles tapizados alejados de fuentes de humedad, como radiadores o ventanas con corrientes de aire, para prevenir el crecimiento de moho y el deterioro de la tela.
- Mascotas: Si tienes mascotas te recomendamos tapizar tus muebles en una tela especial amigable con las mascotas.
Exteriores
- Limpieza regular: Limpia tus muebles de exterior regularmente para eliminar el polvo, la suciedad y otros residuos. Utiliza agua tibia y jabón suave con un cepillo suave o una esponja para limpiar la superficie.
- Protección contra los elementos: Si es posible, cubre tus muebles de exterior con fundas protectoras durante los periodos de lluvia, nieve o sol intenso. Esto ayudará a protegerlos de la humedad, el desvanecimiento por la luz solar y otros daños causados por los elementos.
- Tratamiento de madera: Si tienes muebles de exterior de madera, aplica regularmente un sellador o barniz para protegerlos de la humedad y prevenir la descomposición. También puedes considerar aplicar un aceite especial para madera para mantener su brillo y apariencia.
- Mantenimiento del metal: Si tus muebles de exterior son de metal, inspecciónalos regularmente en busca de señales de óxido o corrosión. Si encuentras áreas afectadas, límpialas con un cepillo de alambre y aplica una capa de pintura para protegerlas.
- Cuidado de las telas: Si tus muebles de exterior tienen cojines o telas, asegúrate de seguir las instrucciones de cuidado del fabricante para limpiar y mantener la tela. En general, evita dejar las telas expuestas a la humedad durante períodos prolongados y lávalas según sea necesario.